En el año 2010 Pete Cashmore, fundador del sitio Mashable, propuso declarar el 30 de junio como Día de las Redes Sociales para celebrar su impacto transformador en la comunicación y la tecnología.

Desde las primeras plataformas como MySpace y Friendster hasta los gigantes actuales como Facebook, X e Instagram, las redes sociales han transformado la comunicación global, permitiendo una conexión instantánea y constante entre individuos y comunidades alrededor del mundo. Han cambiado no solo las relaciones personales, sino también la manera en que las empresas, instituciones y profesionales se relacionan con su audiencia, creando un espacio donde la información fluye a una velocidad sin precedentes y la interacción es más directa y personal.

En este sentido, las redes sociales han revolucionado la publicidad, pues permiten una segmentación avanzada de audiencias, costos más accesibles en comparación con la televisión o la radio, y la posibilidad de monitorear las interacciones del público en tiempo real. Además, han emergido los influencers como figuras clave, y el consumidor se ha visto transformado en prosumidor, con una participación activa en la creación de contenido.

Pero ¿cómo impactan las redes sociales en la profesión del corrector?

Las redes sociales permiten a los correctores generar y consolidar su marca personal y profesional, interactuar con seguidores, compartir novedades académicas y ofrecer tutoriales sobre el uso de la lengua. Plataformas como TikTok, Instagram y YouTube facilitan una comunicación dinámica y desestructurada, mientras que LinkedIn ofrece un tono más corporativo y formal.

El trabajo colaborativo también se ve facilitado por plataformas como Zoom, Twitch y YouTube, que permiten asistir a conferencias virtuales, y por herramientas como Discord y Telegram para el intercambio de archivos. Trello es ideal para establecer agendas colaborativas y trabajar en equipo, mientras que redes como Behance, Canva e Instagram permiten crear y mostrar portafolios de manera atractiva.

Las oportunidades profesionales que ofrecen las redes sociales a los correctores son numerosas. La corrección de artículos para blogs y sitios web, la elaboración y revisión de contenidos textuales, la corrección de placas, subtítulos de videos y reels, y la gestión de perfiles y contenidos visuales son solo algunas de las tareas solicitadas a los correctores en este terreno. 

De igual modo, la corrección de correos electrónicos destinados a campañas de marketing es una necesidad en ascenso. Asimismo, uno de los campos más demandados actualmente es el SEO (Search Engine Optimization) para textos, que implica la creación de contenido optimizado a fin de mejorar la visibilidad de una página web en los motores de búsqueda.

A pesar de las numerosas ventajas, las redes sociales también presentan múltiples desafíos. Se corre el riesgo de estafas, encargos no pagados y contratos con empresas fantasmas. Una falta de ortografía puede dañar la reputación profesional. Además, las redes sociales pueden ser un espacio de ciberbullying y acoso. Por no hablar de la piratería de libros ―especialmente en plataformas menos controladas como Telegram―, y el plagio de artículos, amenazas constantes en el entorno digital. 

A lo referido con anterioridad se agrega la producción creciente de textos mediante inteligencia artificial que, a simple vista, parecen estar prolijamente generados, pero pueden tener incoherencias e inadecuaciones de diversa índole, por lo que demandan mayor cuidado por parte del corrector.

Sin duda, las redes sociales se han establecido de manera permanente en nuestra vida cotidiana, con sus ventajas y desafíos. Este nuevo entorno digital exige a los correctores de estilo adaptabilidad y actualización constante, pues se presenta como un terreno fértil para que apliquen sus habilidades, contribuyan a la calidad de la comunicación y prosperen en un mercado dinámico.