Día Internacional de los Pueblos Indígenas
Una reflexión sobre las lenguas indígenas en Uruguay
El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 a través de la resolución 49/214. Esta conmemoración recuerda la primera reunión del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas, celebrada en 1982 bajo la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos. Desde entonces, este día busca reconocer a los pueblos indígenas como guardianes de los recursos naturales y poseedores de una visión única del mundo, llena de conocimientos y habilidades extraordinarias.
En esta ocasión, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebra en el marco del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas 2022-2032, proclamado por la ONU como una estrategia crucial para proteger y revitalizar estas lenguas en peligro de extinción. Es por ello que desde la Asociación Uruguaya de Correctores de Estilo (AUCE) queremos dedicar esta efeméride a reflexionar sobre la herencia lingüística de los pueblos indígenas en Uruguay, un componente esencial de nuestra identidad cultural que, lamentablemente, ha sido a menudo olvidado.
Uruguay, ¿un país sin indígenas?
Durante mucho tiempo se promovió la idea de que Uruguay era un país sin población indígena. Sin embargo, esta percepción ha sido cuestionada cada vez más. Según el informe "Población Indígena y Bosque Nativo en Uruguay", en los últimos años ha resurgido la presencia de colectivos que se autoidentifican como indígenas, especialmente después del período de dictadura. La encuesta nacional de hogares de 2006 reveló que más de 100,000 personas en Uruguay se identifican como descendientes de indígenas, lo que representa un 3.7% de la población, aunque al día de hoy son muchísimos más. Estos colectivos luchan por el reconocimiento de su existencia e identidad, un proceso que también se refleja en manifestaciones lingüísticas como el uso de nombres indígenas para personas, comercios y agrupaciones, así como en la reconstrucción de canciones.
Las comunidades indígenas que habitaban lo que hoy es Uruguay (minuanes, charrúas y chanaes) sufrieron profundos cambios sociales y culturales tras la colonización europea. Como resultado, sus lenguas fueron desplazadas progresivamente por el español en un proceso de aculturación complejo y multicausal, influenciado por circunstancias sociodemográficas, etnolingüísticas, histórico-culturales y tecnológicas.
Según el “Retrato lingüístico del Uruguay. Un enfoque histórico sobre las lenguas”, de Virginia Bertolotti y Magdalena Coll, hasta la fecha solo existen registros históricos de tres posibles lenguas indígenas que se habrían hablado en el actual territorio uruguayo: guenoa o minuán, chaná y charrúa, posiblemente pertenecientes a la misma familia. Gracias a documentos de la época, como el “Compendio del idioma de la nación chaná”, el “Códice Vilardebó” y el “Catecismo de guenoa”, así como a testimonios de viajeros y cronistas, se ha podido documentar la existencia de estas lenguas, hoy prácticamente extintas.
Ya desde el siglo XVIII, Félix de Azara y Dámaso Antonio Larrañaga lamentaban la desaparición de estas lenguas, esenciales para la transmisión de conocimientos y la identidad cultural de sus hablantes. Es célebre la declaración de Larrañaga durante la inauguración de la primera biblioteca pública de Uruguay el 26 de mayo de 1816: «Nuestra provincia presenta una cosa muy singular (…) este pequeño recinto cuenta con más de seis idiomas diferentes: tales son el minúan, el charrúa, el boane, el goanoa, el guaraní y ¿qué sé yo más? Pero lo más sensible de todo es que en poco tiempo no quedará vestigio alguno de ellos; y así es honor nuestro el conservarlos.» [1]
Indigenismos en el español de Uruguay
Aunque el léxico charrúa, chaná o guenoa-minuán no forma parte del español hablado actualmente en Uruguay, nuestro idioma conserva un número considerable de indigenismos, en su mayoría provenientes de lenguas aún vivas en otras partes de América, como el guaraní o el quechua. Este fenómeno se debe, en buena medida, a que el guaraní fue una lengua vehicular en la región y se utilizó ampliamente en la difusión de la religión católica.
Como se refleja en el Diccionario del español del Uruguay (2011), el guaraní está presente en la toponimia uruguaya (Aiguá, Aceguá, Arerunguá, Arapey, Bacacay, Carapé, Caraguatá, Casupá, Merín, Queguay, Tacuarembó, Uruguay) y en nombres de nuestra flora y fauna (ají, ananá, arazá, caraguatá, cuatí, jacarandá, mandioca, ñandú, ombú). Además, se registran numerosos vocablos de origen quechua que forman parte del léxico uruguayo, como aguaí, ají, charque, chinchulín, choclo, gurí, mate, morocho, palta, yuyo, zapallo, entre otros.
A pesar de que al día de hoy no se hablan lenguas indígenas en Uruguay, su legado persiste en nuestras tradiciones, nombres geográficos, flora, fauna y en la memoria colectiva de quienes reivindican su ascendencia indígena. Es fundamental recordar que cada lengua que se pierde representa una visión única del mundo que desaparece.
En este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, desde la Asociación Uruguaya de Correctores de Estilo hacemos un llamado a valorar y rescatar las huellas que las lenguas indígenas han dejado en nuestra cultura. Como profesionales de la lengua, tenemos un compromiso con la preservación y promoción de la diversidad lingüística, para que las voces de nuestros antepasados sigan resonando en las generaciones futuras.
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Para profundizar en este tema, además de los artículos y trabajos mencionados, recomendamos explorar el sitio web Historia lingüística del Uruguay, en el que se recopilan investigaciones que abordan la historia y presencia de las lenguas indígenas en nuestro país.
[1] Citado por Virginia Bertolotti y Magdalena Coll en “Retrato lingüístico del Uruguay. Un enfoque histórico sobre las lenguas”.