AUCE y la II Convención de la Red Panhispánica de Lenguaje Claro y Accesible



 ¿Y si hacemos una crónica?

El Diccionario de la Lengua Española (DLE) dice que una crónica es ‘una narración histórica en que se sigue el orden consecutivo de los acontecimientos’. La Comisión de Lenguaje Claro de AUCE ha presentado en la Crónica de la lengua española 2025 el artículo «Lenguaje claro e inclusión. Corrección de estilo: un enfoque desde los derechos humanos».

Octubre ha sido un mes muy intenso y significativo para quienes nos interesamos por los temas lingüísticos de los países hispanohablantes. Se desarrollaron en Perú la II Convención de la Red Panhispánica de Lenguaje Claro y el X Congreso Internacional de la Lengua Española. Como integrantes de la Comisión de Lenguaje Claro de AUCE, agradecemos la oportunidad que tuvimos de poder participar en el primero de esos eventos (la Convención).

A continuación, haremos un resumen sobre las sesiones del 10 y 11 de octubre, y una proyección del trabajo que venimos realizando.

Ambas jornadas se organizaron en seis sesiones: 

1. La claridad como garantía de igualdad y otros derechos fundamentales.

2. Del lenguaje técnico a la comprensión ciudadana.

3. Lenguaje accesible para todos: un derecho universal.

4. Formación en lenguaje claro: una competencia clave.

5. El lenguaje del poder y el deber de claridad.

6. La inteligencia artificial: oportunidad y desafío para el lenguaje claro. 

En todas las mesas temáticas se expusieron trabajos de distintas instituciones de los países integrantes de la Red con la consigna de presentar «los principios y las experiencias prácticas».

En la primera jornada hubo veinticinco intervenciones, además de los discursos de bienvenida de las autoridades y el trabajo de quienes moderaban los paneles. Destacamos la calidez y precisión de Rafael Oteriño, presidente de la Academia Argentina de Letras, en este rol.

La segunda fue más breve (medio día) y se centró en los trabajos que vinculaban la inteligencia artificial con el lenguaje claro. Hubo quince ponencias, más el cierre de las autoridades, que dieron que hablar.

El abordaje del lenguaje claro tiene diversos caminos, que se explicitaron en las ponencias: 

• Comprensión y consenso sobre qué es lenguaje claro.

• Formación en lenguaje claro.

• Investigación en aspectos de comprensibilidad de los textos.

• Divulgación de los resultados de las investigaciones y del abordaje de la temática en diversas instituciones.

• Conformación de equipos interdisciplinarios para el abordaje y la adecuación de textos.

• Adecuación de textos jurídicos, administrativos y técnicos (incluso se habló de las comunicaciones militares) en lenguaje claro.

• Análisis y evaluación de resultados. 

Se habló mucho de derechos humanos, de ciudadanía, de lenguaje oscuro, de silencios, de minorías, de la presencia de Latinoamérica en la alimentación de la inteligencia artificial, de populismos, de intencionalidades, de poder, de empatía, de intercambio, de cómo seguir.

Hubo debates no explícitos sobre lenguaje inclusivo y sobre la contraposición entre hispanohablantes de uno y otro lado del océano. 

Hay un amplio acuerdo en que el lenguaje claro es el camino para la inclusión, el acceso a los derechos y el fortalecimiento de las democracias, la confianza de la población en las instituciones. Ahora y hasta la próxima nos enfocamos en la etapa de mostrar resultados, de relatar experiencias y de formar equipos. 

Al finalizar, el director de la RAE, don Santiago Muñoz Machado, adelantó futuras acciones de la Red, como la creación de diplomaturas y de una certificación en lenguaje claro para las instituciones, así como la necesidad de crear modelos en español de inteligencia artificial (recomendamos ver las charlas del sábado sobre este tema). También propuso sostener la Red a través de ateneos (o foros) sobre lenguaje claro. En la sesión de apertura ya había adelantado la intención de la Academia de desarrollar herramientas digitales de lenguaje claro basadas en inteligencia artificial, publicar glosarios de lenguajes de especialidad y editar versiones accesibles de las gramáticas y diccionarios, entre ellas, en lectura fácil. 

La cantidad de temas y de ponentes hizo que las jornadas estuvieran colmadas de contenidos; muchas veces costaba identificar quién había dicho qué y procesar la información recibida, pero las charlas en los cortes y los intercambios informales nutrían esas exposiciones. Los almuerzos fueron espacios valiosos: compartimos las mesas con integrantes de diferentes academias, organizaciones gubernamentales y colectivos de correctoras y correctores. Entre ellos, tuvimos el gusto de conocer e intercambiar ideas con la directora de Comunicaciones de la RAE y directora de la Fundéu, Olivia Piquero, y con Fernando Rocca, presidente de la Red de Lenguaje Claro de Argentina. 

Además, las jornadas no terminaban en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, sede del evento. Gracias a la hospitalidad de Sofía y de Gildo, referentes de Ascot y de Redacte, pudimos continuar las interesantes charlas sobre lexicografía, corrección y hasta formas de cocinar el arroz. Las mesas se ampliaban en los almuerzos: compartimos charlas con Ana, de España; con Libertad, de Colombia; con Pilar y Piedad, de Ecuador; con Víctor, de Honduras; con Georgina, de Uruguay.

Es que las redes son eso: personas conociéndose, conversando, pensando y proyectando. Y eso hicimos, conformamos pequeñas redes con personas del mundo con quienes prometimos seguir en contacto.

Conversamos con figuras a las que conocíamos solo de libros, como Salvador Gutiérrez Ordóñez, Estrella Montolío (quien encendió la mecha de un debate sobre el rol que juega la claridad del lenguaje en el mundo actual y la necesidad de definir qué tipo de lenguaje claro ponemos en marcha en cada situación) o nuestro querido Gerardo Caetano. Estas charlas forman parte de las anécdotas cholulas, pero que también enriquecen la red.  


¿Cómo se posicionó AUCE en este evento? 

En las mesas de exponentes faltó la presencia de profesionales de la corrección como parte clave en la conformación de equipos de comunicación clara. Se priorizó la presencia de abogadas y abogados, juristas, lingüistas. 

Sin embargo, AUCE fue la única institución de corrección presente en el programa por la comunicación El lenguaje claro y la corrección de textos. Allí explicamos el desarrollo de nuestra comisión y qué acciones hemos llevado adelante desde su creación. Además, en la informalidad de los pasillos, nos encargamos de divulgar nuestro trabajo.

Consideramos que, gracias a esta oportunidad, nuestra comisión ha hecho un trabajo importante en la convención difundiendo nuestra tarea sobre el lenguaje claro en distintas instituciones de nuestro país. Esto se suma a las experiencias que venimos generando en distintos espacios laborales y que seguiremos desarrollando.

Hay un mundo por explorar en investigación, formación profesional universitaria, divulgación de resultados y diagnósticos institucionales, entre otros campos de saber y de conocimiento. También esperamos la aprobación de una ley sobre lenguaje claro que permita abordar el tema desde una perspectiva jurídica a nivel nacional. Además, confiamos en que se pueda seguir ahondando con la Red en la creación y el uso de herramientas de inteligencia artificial en español.

Esperamos profundizar esos caminos el próximo año. Tendremos más experiencias para compartir en la tercera convención que será aquí cerquita, en La Plata, en 2026.

Finalmente, nos permitimos plantear una sugerencia: dada la importancia del evento y por el traslado de tantas personas desde distintos países, nos parece necesario que la siguiente convención se extienda, por lo menos, por dos días y medio.

Vamos bien, seguimos creciendo. 


Daniel Somma, Natalia Faral y Margarita Echeveste
(Comisión de Lenguaje Claro de AUCE)


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